"La Caja de la pequeña Silvia" trabaja actualmente a toda máquina. Recibimos donativos vuestros casi todos los días y, hasta la fecha, nuestra Anke Gruetzediek se ha puesto al teléfono con la escuela primaria, por ejemplo, para informarse de su desesperada situación o con familias que se han puesto en contacto con nosotros porque ya no podían ir de compras debido a las circunstancias que rodean a Covid19 y carecían de lo básico. Desde este verano, las familias por fin están mejor y podemos volver a centrarnos específicamente en los niños pobres. Estamos muy contentos de que solo queden unas pocas familias en situación de absoluta emergencia.

Así que podemos centrarnos de nuevo con las donaciones de material, como libros, lápices, etc. en aquellos niños, por ejemplo en la escuela de Costa Calma, que carecen del material. ¿Quién sabe si no hay un futuro científico entre los alumnos, o un ingeniero medioambiental que esté desarrollando un nuevo concepto energético innovador? ¿O una enfermera que ayudará a muchas personas?

Después de que hasta el verano de 2021 tuviéramos que ir de compras con las familias y, gracias a vosotros y pagando directamente con vuestros donativos, llenáramos de nuevo sus neveras vacías por primera vez y les proporcionáramos las cosas más importantes, ahora podemos hacer frente a las necesidades y deseos básicos de los niños pobres. Para ello, organizamos viajes de compras supervisados o distribuimos donaciones en especie. Sus donaciones van directamente a los más necesitados y, sobre todo, a los niños pobres. Ahora nos toca a nosotros ayudar. Pieza por pieza.